Un poema no lo hago solo con palabras.
Nace de la inspiración y sentimientos, opera lo más profundo de uno mismo, con emoción y sentido de las cosas vividas. Valiosas son las palabras, confesiones y dichos mesurados e inteligentes.
No escribo solo por mera inspiración.
Lo que hago es comunicar, a través de la pluma, estados de ánimo, experiencias, de manera simple e ingeniosa. No siempre tengo creatividad ni genialidad, dones que solo poseen los grandes maestros de la literatura universal.
Quisiera hacer historia, pero me gustaría saber escribirla. La literatura, la música, la poesía y las grandes obras maestras, son la elocuente demostración de la magia y grandeza del alma intelectual.
Por tanto, para escribir, conocer, mejorar redacción y ortografía, tenemos que ser amantes de los libros. ¿Cómo aprendemos a leer? ¡Sencillamente leyendo! Esta práctica noble y diaria, nos develará cuan mendigos somos del conocimiento.
La lectura inspira, nos hace mejores seres humanos, expande la mente, nos hace libres y nos enseña nuevos senderos para crecer espiritual y culturalmente.
¡Bella cosa la palabra que comunica, con simpleza o en prosa, el sentimiento del ser interior!
Nace de la inspiración y sentimientos, opera lo más profundo de uno mismo, con emoción y sentido de las cosas vividas. Valiosas son las palabras, confesiones y dichos mesurados e inteligentes.
No escribo solo por mera inspiración.
Lo que hago es comunicar, a través de la pluma, estados de ánimo, experiencias, de manera simple e ingeniosa. No siempre tengo creatividad ni genialidad, dones que solo poseen los grandes maestros de la literatura universal.
Quisiera hacer historia, pero me gustaría saber escribirla. La literatura, la música, la poesía y las grandes obras maestras, son la elocuente demostración de la magia y grandeza del alma intelectual.
Por tanto, para escribir, conocer, mejorar redacción y ortografía, tenemos que ser amantes de los libros. ¿Cómo aprendemos a leer? ¡Sencillamente leyendo! Esta práctica noble y diaria, nos develará cuan mendigos somos del conocimiento.
La lectura inspira, nos hace mejores seres humanos, expande la mente, nos hace libres y nos enseña nuevos senderos para crecer espiritual y culturalmente.
¡Bella cosa la palabra que comunica, con simpleza o en prosa, el sentimiento del ser interior!
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