El telescopio espacial Hubble es una compleja estación de observación astrofísica que gira alrededor de la Tierra, a unos 600 km de la superficie, desde el año 1990. En esta situación los complejos aparatos de que dispone evitan problemas que la atmósfera terrestre provoca en las observaciones astronómicas y astrofísicas. Aunque estaba previsto su funcionamiento hasta el 2005, científicos de la NASA han alargado su vida.
Además del telescopio principal de 13 metros de largo y unos 11.500 kg de peso, el Hubble incluye un espectrógrafo bidimensional, una cámara digital de imagen de amplio campo, un espectrómetro centrado en la banda infrarroja, una cámara especializada en la detección de objetos que emiten radiaciones muy débiles, etc. Todo este instrumento le permite al Hubble conseguir imágenes con una resolución diez veces superior a las mejores imágenes obtenidas desde los telescopios instalados en la superficie terrestre.
El telescopio Hubble nació en la colaboración entre la Agencia Espacial Europea (ESA) y la NASA, y su nombres rinde homenaje al astrónomo americano Edwin P. Hubble que, entre otros descubrimientos referentes al Cosmos, confirmó la teoría del Universo en expansión.
El correcto funcionamiento del Hubble pasó por momentos muy difíciles cuando poco después de su puesta en órbita se comprobó la existencia de un defecto óptico en sus lentes y las primeras imágenes transmitidas a la Tierra estaban muy distorsionadas. En 1993, el brazo mecánico del transbordador Endeavour alcanzó la estación Hubble y los astronautas añadieron las lentes correctoras, con lo cual las imágenes fueron excelentes.
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