lunes, 21 de marzo de 2016

FAMILIA

Unos nacen con privilegios,
otros nacieron sin conocerlos,
nací y crecí bajo el calor
y belleza del nido materno.


La vida no nos negó nada,
en justicia y rigor reconozco
brotamos en seno de hada,
un plácido y sereno amanecer.

Con una madre de ensueños,
conocimos el amor con ella,
nos miraba con ojos risueños,
buena, sencilla, la más bella.

No vimos pesares ni fortunas,
padre justo y sabio proveedor,
su virtud: ejemplo de correción
y no conoció de flaquezas su valor.

No nací en riqueza material,
ni oro ni plata, cuna honesta
donde conocí mis primeros sueños,
corta fue la felicidad de aquellos años.

En la quietud del ocaso
recorro los tramos de mi historia,
que permanecen en la memoria
como mi tesoro más preciado.

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