miércoles, 16 de marzo de 2016

JUVENTUD

Dulce juventud, con delirio
soñábamos nuestras ilusiones,
nuestros primeros quereres, ese
primer beso robado al atardecer.

¡Qué tiempos más lindos!
Atardeceres claros cuando
confesábamos ese primer amor,
ella estaba mas linda que nunca.

Flor de luz, cuando la tarde moría,
yo la quise, ella me quería ...
bajo el amparo de mi huerto
su compañía era un ensueño.

Mirábamos la vida de cara al cielo,
el mar majestuoso, viento y olas,
gaviotas remontando el vuelo
una mañana clara, ardiente el sol.

Siempre veo esos ojos claros
que eran dos esmeraldas
que nacían con la aurora
para iluminar mis senderos.

La mirada se pierde en el tiempo,
una etapa de vida que fue buena,
que vivímos con la frescura de la edad
loca ... ¡Juventud divino tesoro!


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