Hay belleza: artística, cultural, espiritual, física, humana, literaria, material, moral, musical, natural, pictórica y de vida. Por ejemplo: la Música y la Poesía es el mejor, quizás el más excelso medio de comunicación universal de la humanidad.
Tanto la música como la poesía expresan sentimientos inefables, y probablemente con la misma intensidad. La poesía emana de nuestro pequeño mundo interior, es el arte de la palabra. Es la expresión, por medio del lenguaje, de la belleza contemplada, sentida y expresada en el espíritu.
La belleza está relacionada con todo lo que vemos y conocemos, en todo lo que percibimos y sentimos espiritualmente. La belleza se halla en la disposición, en el ánimo y facultad del deseo y el sentido. Lo que vemos produce un sentimiento de bienestar, placer y alegre satisfacción del espíritu.
El placer por la belleza es íntimamente puro, libre de egoísmo, es algo supremo y personal conforme nuestro ánimo e inclinación por la concepción, amor y posesión de lo bello. La belleza va acorde con la naturaleza y el sentimiento humano, esto podríamos definirlo como: Lo que llena el ánimo de placer e inclinación desinteresados.
Todo lo que ocupe y satisfaga a la razón, comprensión y fantasía, llena el ánimo de un placer desinteresado que obra sobre el espíritu conforme con la naturaleza y ley del sentimiento humano. Lo bello es bueno, supremo, es eterno donde sea y quiera para todo ser pensante. La belleza es la percepción intuitiva entre las ideas, las cosas y el espíritu, en el cómo percibe nuestra imaginación.
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