El sol asoma en la cima,
el viento juega entre las hojas
de los álamos, el día me anima
a subir hasta la cumbre del monte.
Subo el sendero cubierto de hierba
fresca, que nace y florece
con el rocío de la mañana,
es la tierra que reverdece.
Todo es luz y libertad
en las alturas, empírico,
día de brillos y luminosidad
dorada, el tiempo es cíclico.
Gime el viento...
con fuerza, pasa raudo
y su caricia siento...
Doy gracias por lo que me es dado.
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