No existe peor engaño
que una ilusión perdida,
de tanto pensar hace daño,
es historia, una página leída.
No se puede seguir prisionero
de un querer que ya fue,
por el que no vale el destierro
ni llorar penas otra vez.
Amor y desprecio,
cariño malo y odio,
lo siento y lo veo
encadenado a su espacio.
Que por ella ya no vivo,
ni por su mirada ni sus bellos ojos,
confieso que cuando escribo
voy dejando atrás los despojos.
La armonía del cielo
me da valor para perdonar,
y descorro el velo
a un nuevo despertar.
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