Un beso robado
una tarde gris de mayo,
besos más dulces que la miel
en escapadas prohibidas.
Eran suaves como el vino
en una copa de cristal,
embriagaba los sentidos
la ternura de sus labios.
Así comenzó el amor
por una hermosa mujer,
aquella que vive en mi
y conmueve mis sentimientos.
Besos más dulces que el vino,
ni los primeros ni los últimos,
son los besos de siempre
que me mantienen enamorado.
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