Clavecín, llamado clave, clavicémbalo, gravicémbalo, o cémbalo, es un instrumento musical con teclado y cuerdas pulsadas como el arpa y la guitarra. Muy conocido y utilizado durante el Barroco. Fue cayendo en el olvido, y la mayoría de las piezas escritas para él empezaron a ser interpretadas en el nuevo fortepiano, antepasado de nuestro piano moderno; como su nombre lo indica, este permite cambios de volúmen con solo variar la intensidad de pulsar las teclas, mientras que el clavecín no, su intensidad de sonido es uniforme, sin contrastes
Se cree que derivó del Salterio griego, aunque su invención se da durante el Renacimiento, a mediados del siglo XV y XVI. El clavecín ha tenido un importante papel en la música académica europea desde el siglo XVI hasta el XVIII y, después, en el siglo XX, ya sea como solista, como acompañamiento o a solo, teniendo su edad dorada en el Barroco, para después caer en el olvido en el Romanticismo y resurgir con fuerza en el siglo XX.
Los aportes de músicos italianos, como Girolamo Frescobaldi; alemanes como, Johann Froberger, Georg Friederich Händel y Johann Sebastian Bach; franceses como, Jean-Philippe Ramian, y Doménico Scarlati, que compuso la mayor parte de su obra para teclado en España, creando una escuela propia entre cuyos seguidores, Sebastián de Albero y Antonio Soler, crearon un repertorio clásico para este instrumento durante los siglos XVII y XVIII.
No hay comentarios:
Publicar un comentario