Cuando cae la tarde
de un día gris y frío,
solo me hace sentido
volver al cálido estío.
Cautivo de recuerdos,
con la mente puesta
en esa bella imagen
cincelada en el alma.
La he amado siempre,
cada segundo, sigue
fiel en mi memoria,
nostalgia y romance.
Un camino soñado
en el que anduvimos
soñando, sueños
que se llevó el viento.
Amor que se escribe
con tinta sangre
de un viejo corazón.
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