Mujer del aire
y sueños nocturnos,
que amé una tarde
de otoño en mis brazos.
Infieles fuimos
a otros buenos quereres,
pero pudo más ese amor
que no pudimos contener.
Entre besos y caricias
apasionadas, se nos fue
aquella tarde fría y gris
en aquel cuarto del ayer.
Te amé hasta más allá
de mis fuerzas, fuiste
esclava y amante dulce,
pasión que no se olvida.
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