Imperios, mercaderes y religiones mundiales que han actuado en la historia, han fundamentado el mundo global en que estamos insertos. Ha sido un proceso piramidal, en el que solo unos pocos han sido los beneficiados, esta ha sido la dinámica de nuestra historia humana.
La historia es una encrucijada. Un senda que nos lleva del pasado al presente, con muchas bifurcaciones. Unas muy angostas para la mayoría de los pueblos de la tierra, y otras muy anchas para los que ostentan los privilegios del tesoro, la fuerza y el poder.
Las posibilidades de oportunidades y de triunfo de las personas, no son las mismas. La élite empresarios y políticos, siempre tiene las mejores y más abundantes, en cambio, para el resto de la gente, la plebe, es improbable que se materialicen sus expectativas para lograr sus metas.
No todo es posible en la vida, porque vivimos a expensas de lo que el Gran Poder quiera darnos. No todo está en nuestra mano tomarlo, es inevitable permanecer subordinados a lo que las leyes y unos pocos dictaminen qué es necesario para nosotros. El hombre actual, no tiene el valor ni las herramientas para hacer grandes cambios al sistema.
Nos faltan las ideas, la decisión y la fortaleza para levantarnos y alzar la voz contra el abuso y la discriminación que existe en el mundo.
La historia es una encrucijada. Un senda que nos lleva del pasado al presente, con muchas bifurcaciones. Unas muy angostas para la mayoría de los pueblos de la tierra, y otras muy anchas para los que ostentan los privilegios del tesoro, la fuerza y el poder.
Las posibilidades de oportunidades y de triunfo de las personas, no son las mismas. La élite empresarios y políticos, siempre tiene las mejores y más abundantes, en cambio, para el resto de la gente, la plebe, es improbable que se materialicen sus expectativas para lograr sus metas.
No todo es posible en la vida, porque vivimos a expensas de lo que el Gran Poder quiera darnos. No todo está en nuestra mano tomarlo, es inevitable permanecer subordinados a lo que las leyes y unos pocos dictaminen qué es necesario para nosotros. El hombre actual, no tiene el valor ni las herramientas para hacer grandes cambios al sistema.
Nos faltan las ideas, la decisión y la fortaleza para levantarnos y alzar la voz contra el abuso y la discriminación que existe en el mundo.

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