David Roberts nace en Stockbridge, Inglaterra el 24 de octubre de 1796, muere en Londres el 25 de noviembre de 1864. Pintor inglés de estilo romántico, conocido por sus acuarelas y grabados de monumentos egipcios y españoles. De familia humilde, su padre era zapatero y su madre ama de casa, desde los diez años fue pintor de casas. Uno de sus primeros trabajos fue como escenógrafo de una compañía de espectáculos ambulante.
Templo de Hathor
Entre 1832 y 1833, atravesó España y llegó hasta Tánger, tomando muchos apuntes que de vuelta en Londres serían plasmados en litografías por otros artistas. Realzaba los rincones que veía, mediante alteraciones de escala, sumando vegetación y otros elementos que aportaban un toque romántico y pintoresco a lugares ya de por sí evocadores.
Las imágenes de España difundidas por el pintor alcanzaron gran éxito, impusieron una imagen novelesca y exótica de Andalucía, Pero su mayor éxito se debe a su viaje a Egipto, donde dibujó múltiples rincones y templos que luego se plasmarían en acuarelas. Este viaje y su obra le aseguró el sustento por el resto de su vida, pues le dio inspiración para producir una gran cantidad de obras.
El Guadalquivir
Idealizó las ruinas de Abu Simbel y otros monumentos mediante el uso del color y texturas borrosas. No dudaba en añadir esfinges, relieves y demás ornamentos en las ruinas que veía, y les daba una escala gigante por contraste con la figura de lugareños que incluía a escala diminuta.
El Cairo
El conjunto de sus 248 litografías se ordena en seis volúmenes, dedicados los tres primeros a Egipto y Nubia. Como reflejo de su éxito, fue hecho académico de la Royal Academy de Lonfres en 1841.
Entre 1832 y 1833, atravesó España y llegó hasta Tánger, tomando muchos apuntes que de vuelta en Londres serían plasmados en litografías por otros artistas. Realzaba los rincones que veía, mediante alteraciones de escala, sumando vegetación y otros elementos que aportaban un toque romántico y pintoresco a lugares ya de por sí evocadores.
Las imágenes de España difundidas por el pintor alcanzaron gran éxito, impusieron una imagen novelesca y exótica de Andalucía, Pero su mayor éxito se debe a su viaje a Egipto, donde dibujó múltiples rincones y templos que luego se plasmarían en acuarelas. Este viaje y su obra le aseguró el sustento por el resto de su vida, pues le dio inspiración para producir una gran cantidad de obras.
El Guadalquivir
Idealizó las ruinas de Abu Simbel y otros monumentos mediante el uso del color y texturas borrosas. No dudaba en añadir esfinges, relieves y demás ornamentos en las ruinas que veía, y les daba una escala gigante por contraste con la figura de lugareños que incluía a escala diminuta.
El Cairo
El conjunto de sus 248 litografías se ordena en seis volúmenes, dedicados los tres primeros a Egipto y Nubia. Como reflejo de su éxito, fue hecho académico de la Royal Academy de Lonfres en 1841.
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