Se dice que Dios creó el Universo y todas sus maravillas estelares: galaxias, lunas, planetas que lo conforman, universo inteligente y en permanente expansión.
Creó la Tierra en que vivimos, los mares y todas las especies que en él habitan, Las montañas, y los ríos, los valles y praderas y todos los animales que allí habitan.
Creó los cielos, las nubes, los vientos, las estaciones del año, y todas las aves que se mueven en largas peregrinaciones a través de los cinco continentes.
Y vio que esto era bueno, y creó un Paraíso de flores de bellos colores y aromas, de frutas y vegetales, para que fuera habitado. Algo faltaba: y creó al hombre y de él a la mujer. Solo tenían que observar ciertas reglas, multiplicarse y ser felices.
¿Qué ha pasado a lo largo de miles de años?
El hombre desoyó las recomendaciones del creador. Se creyó dios y quiso dominar todo lo que le rodeaba. Entró en guerras fratricidas con otros pueblos, usurpó tierras, asesinó inocentes: ancianos, mujeres y niños. Fueron guerras por límites, políticas y religiosas como la guerra de los Treinta años.
El hombre ha sido causante del perjuicio del hombre. Ha creado pobreza y miseria en la humanidad, en su afán de ser dueño absoluto de todo ha perjudicado la Tierra, contaminando los mares, exterminando sus especies, alimento de las poblaciones del mundo. Ha destruido riquezas naturales en busca del oro negro, que genera dinero y contamina.
Ha sido causante de la deforestación del planeta, con una tala indiscriminada de especies autóctonas y milenarias, el fin: lucrar con madera sin tener en cuenta lo que significan los árboles para la vida humana, animal y vegetal. Solo se piensa en el vil lucro, en el hoy y no en el futuro de venideras generaciones. Sequía por la falta de lluvias, y por la usurpación de aguas de parte de empresarios para sus industrias y proyectos.
Muchos de los incendios forestales son provocados criminalmente por el hombre, ya sea para preparar terrenos para usos inmobiliarios o industriales, para el hombre nada es imposible de hacer para ganar dinero, y el fin justifica los medios.
El hombre ha reescrito malamente el libro de la vida que, inicialmente, comenzó a escribir ese Dios Creador de los Cielos y la Tierra. Al contemplar esta triste realidad: ¿Cual fue el error de Dios, qué escribiría Dios, hoy, al leer este libro como Fe de Erratas: El Hombre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario