miércoles, 14 de agosto de 2019

¿GENERACIÓN PERDIDA?

                                        Borracheras de reuniones juveniles


Chile: Juventud y alcohol (tal vez en otros países suceda lo mismo), es un problema que se viene arrastrando por años. Ya sea en inicios de clases, fiestas "mechonas" en parques, plazas o playas, que terminan en unas magnas borracheras. O simplemente en bares que abren a las 11.00 y cierran pasado la medianoche, de estos negocios hay muchos en los alrededores de las Universidades, donde solo se expende cerveza de litro, vino en caja, pan y pebre.

Lo he visto en Valparaíso, cuando administraba unas propiedades, una de ellas era un bar. Cuando iba a cobrar el alquiler, tenía que ir tipo 20.00 horas, el negocio estaba lleno de chicos y chicas, borrachos a más no poder. Bebiendo de la botella, porque no había vasos, un ambiente olor a sudor, tabaco y marihuana. Con la venta de un día viernes me pagaban el arriendo del mes. Esto era habitual de lunes a viernes. ¿Cuando estudiaban?



¿La culpa es del sistema? ¿De los padres? ¿De los educadores? Hoy no se enseña buenas costumbres ni buenos hábitos en los hogares, generalmente padres ausentes porque trabajan. La juventud hace lo que quiere, en los colegios y universidades. No se respetan normas ni obligaciones, tampoco a los profesores, en estos establecimientos no hay disciplina, por tanto el terreno está propicio para hacer lo que a cada cual se le venga en gana.


Antaño existía respeto, teníamos deberes y derechos. A la salida de los establecimientos uno se iba a casa a estudiar, nuestros padres eran exigentes, nos imponían tareas domésticas, nos enseñaban con rigor (ninguno sufrió problemas sicológicos si nos daban un par de chicotazos o un cachetada). El respeto a nuestros profesores era sagrado, uno los veía como maestros de sabiduría, eran estrictos y exigentes, había que estudiar mucho para obtener una buena calificación. Alumno que era "porro", que sacaba malas notas era expulsado, lo mismo aquel que cometía faltas graves (Los padres no ponían recursos de amparo, acataban la decisión del establecimiento).

¿Qué será de nuestro país en el futuro? Bueno, siempre hay minorías inteligentes que se preparan, que estudian y son respetuosos de las leyes y normas de sana convivencia. A ellos les corresponderá sacar adelante la tarea. ¿El resto?: ¡Vivirá quejándose, echando la culpa al empedrado, u a otros de su fracaso!

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