Largos son los días de ausencia
cuando nacen ecos de primavera,
llora un violín, hay amores tristes
y me pierdo en mis pensamientos.
Quisiera verte una vez mas,
para sentir tus labios de fuego
quemar con un beso los míos y
dejar atrás los recuerdos amargos.
Los bosques de invierno guardan
en sus hojas el rocío, llanto de lluvia
de ilusiones pasadas, de un amor
ardiente que no consume el tiempo.
Sendero cubierto de flores silvestres
que vieron tu caminar ondulante,
cuando íbamos a lo alto del otero
bordeando una quebrada, abajo el
estero que serpenteaba entre cerros
y cumbres ajeno a nuestra alegría.
La hierba cobijaba nuestras almas
cuando nos entregábamos al amor,
éramos libres y dueños del tiempo,
tiempo que hoy quedó en el olvido.
Quiero verte nuevamente y sentir
que aún me perteneces, que eres la
rosa de mis sueños, que florecía
cada noche en brazos de la pasión.
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