La tierra es roja, el
aire refresca la tarde.
Un cielo, azul profundo,
corona la primavera.
Atrás ha quedado el gris
del invierno y la lluvia
que vinieron a bañar
la naturaleza reseca.
Todo es aroma, todo florece.
Es el nuevo amanecer
del tiempo, de la vida.
La tarde va muriendo y las
estrellas comienzan a iluminar
el firmamento con su luz eterna,
se levantan los ecos de la noche.
Asoman recuerdos del silencio,
viajo a través de los tiempos,
es mi lento peregrinar nocturno
que no se separa de mi vida.
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