La casa está fría y sombría,
ya no están sus encantos
ni sus dorados cabellos,
solo silencio, la alcoba vacía.
Aire enrarecido, húmedo,
se siente el abandono, la ausencia
deja rastros oscuros y olvido,
los días pasan lentos sin su presencia.
No hay palabras para mi lira,
en el alma busco consuelo,
la primavera no inspira,
la memoria está de duelo.
A solas y bajo el cielo
la mirada perdida en el horizonte.
¿Dónde habrá ido?¿dónde su vuelo?
¿Se internó camino al monte?
Un beso lleva el viento
a través de los campos marchitos,
silencio, misterio y calma
sin su cariño dentro del alma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario