martes, 10 de mayo de 2016

ABANDONO

Los débiles rayos del sol
de mayo, el campo helado,
solo abrojos he contemplado
en el paseo matinal.

Este que era mi orgullo
hoy se encuentra desolado,
jornada fría como el hielo
y un dolor acongojado.

No hay fuerza ni vigor
para dejar en el surco semilla,
y coronar el jardín de color,
pues verlo desnudo me humilla.

Necesito aliento para revivir
esta tierra de huertos y rosas,
y engalanada vuelva a exhibir
sus frutos y perlas preciosas.

El sol brille generoso
reflejando los matices
de mis tesoros dormidos,
para volver a tiempos felices.

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