La noche sombría de la corrupción
ha minado la existencia y la moral
de la sociedad, ayer honesta y sana,
para convertirla en práctica nacional.
Con la democracia y la alegría
llegó el torcido interés por lo fácil,
la ganancia ilícita, que venía
en la mente perversa del inútil.
Se instaló como lobo hambriento
a engullir todo lo que está a mano,
ha venido a servirse del alimento
que le reditúa el favor obsceno.
Se ha traicionado los principios,
se ha dado vuelta la espalda
al voto, engañando a mansalva
al pueblo, que vive desconsuelos.
Es la pobredumbre de la estirpe política,
que solo desea y vela por malsana ansia
de poder, de renombre social. ¡Patética
y nefasta casta! ávida de dudosa ganancia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario