EXILIO

En vano busqué en el exilio
las montañas, los campos, el sol
y las flores de nuestra tierra
madre que tuve que abandonar.

Recorrí otros lugares, bellos
a no dudarlo, pero no tenían
el color, el fuego ni los ecos
de la patria de mil colores.

Cuando uno vaga su suerte
buscando trabajo para el pan,
el alma se sabe ausente...
los recuerdos vienen y van.

La familia quedó atrás,
sus nombres vagan en los labios
en noches de nunca acabar,
brotan lágrimas de un adiós.

Vida nueva en tierra ajena
que nos cobija encantada,
solidaria y apacigua la pena,
pero no consuela la vida.