suave como pétalos de malva,como tus manos y seno hermoso
que guarda mi rostro al alba.
No mezquinas tu belleza
la luces radiante, divina
poesía, para mi esperanza
grabé tu nombre en la encina.
Aún perdura y brilla,
y en los recuerdos guardo
aquel beso en la mejilla,
chispa de calor y agrado.
Clara como gotas de rocío
tu mirada cálida de estío,
bálsamo de amor puro
destila en mi mundo oscuro.
Tus ojos, espejo de mi alma,
en ellos se miran los míos
y leen lo que tu corazón inspira
a este poeta de versos sombríos.
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