¡Cuán triste se apaga la vida!
Llega la noche larga del silencio,
donde no habrá brillo ni esplendor,
la dicha en la nada se deshizo.
Los afectos se pierden en el abismo,
ese espacio inmenso de la soledad,
en el terrible horror de la eternidad
silente, desconocida y patética.
Entre negras y tenebrosas sombras
yacerá el dolor de la muerte callada
vestida de riguroso negro, aterrada
visión de la fatalidad del hombre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario