jueves, 23 de junio de 2016

EL ADIÓS

Es el ocaso del tiempo,
cansado solo quiere reposo
en paz, lejos del ruido y la gente,
alza la vista al cielo, solo quiere huir.

Que le arrebaten el espíritu
y el alma vuelva al polvo
al encuentro del silencio manso,
en el sosiego que brinda la nada.

Tranquilamente quiere viajar
al encuentro de lo desconocido,
en el ignoto mundo del retiro
que nos impone la vida.

¡El plácido sueño eterno!
Para entregarse sin temor
a las sombras insondables,
sin inquietud, libre de quejas.


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