a pesar del tiempo ausente,
siempre te recreé con la bata
de céfiro amarilla, tal vezverde limón, que realzaba
tu norteña y nativa frescura.
Fueron muchos los años
y distancia que nos separó,
tú con tu familia, yo con la mía.
Mucho tiempo sin vernos, décadas
distanciados, ni una letra, nada,
viví del recuerdo, había sintonía.
Hace un par de años,
nos hemos vuelto a encontrar,
la edad madura, tu gracia natura
intacta, la misma que me atrajo
en los verdes años, inconfesada.
Ahora te lo he dicho sutilmente.
Cuando hablamos, siempre
hay una confesión entre líneas,
es una complicidad de palabras,
para decirnos un: te quiero,
un te amo, intentar una cita,
solo eso, un secreto de dos.
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