¡Qué linda es la vida!
Tierra y mar una maravilla,
el río baja bordeando la orilla
de la majestuosa montaña nevada.
Va regando la campiña plantada
de hortalizas, el trigal brilla
bajo el sol, se viene la trilla
a trote de yegua domada.
Viví bellas temporadas en el campo,
disfruté sus dones y primores
de primera mano, a todo cuerpo;
sin problemas ni penas mayores,
libre inocencia de mi tiempo,
sin lugar a dudas, épocas mejores.
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