Tierra y mar una maravilla,

de la majestuosa montaña nevada.
Va regando la campiña plantada
de hortalizas, el trigal brilla
bajo el sol, se viene la trilla
a trote de yegua domada.
Viví bellas temporadas en el campo,
disfruté sus dones y primores
de primera mano, a todo cuerpo;
sin problemas ni penas mayores,
libre inocencia de mi tiempo,
sin lugar a dudas, épocas mejores.
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