Nuestro país vive un proceso de descomposición moral, marcado por Colusiones y Corruptela que es transversal. Empresas, FF.AA, Carabineros, Gendarmería, Política, Religión, Salud y Social. Una situación sombría y delictual. Una bofetada a la mayoría de los chilenos que sucumbe ante la desigualdad e inequidad. Explotados, ganando sueldos miserables, un malhadado destino ad eternum. Propicia ocasión para que se levanten lideratos populistas, de mucha verborrea fácil, con propuestas mágicas. Voladeros de luces sin contenido ni porvenir.
¿Qué nos deparará el destino?
La gente, en un porcentaje no menor, transita intelectualmente empobrecida por la vida. Amarga realidad de la segunda década del Siglo XXI. En lugar de acceder a la belleza y sabiduría del conocimiento, muchos se dedican a difundir su vida familiar y privada en las redes de la tecnología. Autobiógrafos, autopublicistas, suben fotos de su vida, lo que comen, lo que hacen, como se divierten, donde viajan. ¿Con qué fin? ¿Aires de torpe grandeza?
En una época donde la gente tiene un gran déficit de comprensión lectora, y de retención de lo que lee y escucha, no se dan el trabajo de leer para crecer. La Literatura trae grandes beneficios: expande la mente, enseña a pensar, a razonar, mejora la ortografía y redacción. Lamentablemente, estamos inmersos en una sociedad empequeñecida e igualada por el rasero de la vida. ¡Qué destino tan diverso!
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