he llorado su recuerdo,
se que la he amado ...
y no existe el olvido.
Su ausencia no es ajena
al dolor de la soledad,
la memoria desata
las iras del alma.
Pues existe un vacío
que jamás pude adornar
con su presencia y amor,
ambos quedaron en el ayer.
Un sueño inusual,
cercano a lo patético,
prisionero del recuerdo
de un amor inacabado.
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