como ninguna otra,
hermosamente formada,
bonita y digna mujer.
Su rostro se sonrojaba
con dulcísima candidez,
cuando le alababa su
amabilidad y ternura.
Fiel y confidente amiga,
idealista, buena en los hechos
como en las intenciones,
fue un privilegio conocerla.
Uno no puede olvidar
ni puede ordenar el corazón.
verla y ser su esclavo es sinónimo.
Tal fue el actuar de mi alma.
¡Une femme magique!
Tal fue el actuar de mi alma.
¡Une femme magique!
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