Ramón de Campoamor, nació en Navia, Asturias, el 24 de septiembre de 1817, murió el 11 de febrero de 1901 en Madrid. Fue un poeta español del Realismo, se caracterizó por su deliberado prosaísmo. A los diez años comienza a estudiar Latín y Humanidades en Puerto Vega, donde obtuvo certificado de estudios primarios.
En 1832, con quince años, se marcha a Santiago de Compostela para estudiar filosofía, lógica y matemáticas en el Convento Santo Tomás de Madrid. Poco tiempo después se matricula en la universidad madrileña en medicina, pero lo deja. Un catedrático le aconseja dedicarse a la literatura, porque tenía más inclinación por las letras que por la ciencia. Se consagra al periodismo y a la literatura, colabora en publicaciones románticas en el Correo Nacional (1838) y El Español (1845); dirigió El Estado en 1856.
En 1838, a los veinte años, publica la obra Una mujer generosa, comedia en dos actos que no llegó a ser estrenada. En la obra El Castillo de Santa María (1838), en la que concreta muchos de los tópicos románticos. Escribió comedias como La fuerza de querer (1840) y El hijo de todos (1841). En 1870 escribe su obra más conocida, Guerra a la guerra, a la que sigue el drama sacro El hombre Dios (1871), y Cuerdos y locos (1873).
En 1838 había empezado su carrera como poeta, publica sus primeros versos en el libro Ternezas y flores, pero es en Ayes del alma (1842), su segundo libro lírico, cuando empieza a alejarse del romanticismo. Como filósofo fue un hombre fecundo, tradicionalista y moderado en política, le atraía el positivismo. Quizás, su verdadera vocación era la filosofía, Su primer libro de este género, Filosofía de las leyes, según la Censura contenía "proposiciones contrarias a la doctrina católica, erróneas o inductivas a error, falsas, inmorales, ofensivas e injuriosas a nuestra religión y a sus santas instituciones".
Campoamor llegó a ser conocido en toda Europa y en Hispanoamérica, muy a pesar de sus escandalosos ripios -o quizás gracias a ellos-: "Las hijas de las madres que amé tanto/me besan ya como se besa a un santo".
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