miércoles, 25 de abril de 2018

VENUS

Un primor de los cielos,
iba ataviada de inocencia
un día de fina lluvia, fue
atracción a primera vista.

Tenía piel de ébano
y sus labios encendidos,
bello tesoro divino
que encendió los lirios.

Sus labios, un néctar  
virginal, para saciar
la necesidad de besos 
de una vida solitaria.

En cáliz de Venus
bebí su vino de oro,
hasta quedar embriagado
por el dulzor de besos rojos.

Al despuntar el alba
renace la pasión y el deseo
de libar zumo de su boca,
delicia de amor profano.


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