soñaba viajando por el mundo,
viviendo un vida de aventuras
como las que leía en mis libros.En la juventud ese sueño se perdió,
era el tiempo de la revolución,
de cambiar todo, cambiar el mundo
para terminar con el abuso y la miseria.
El hombre vive soñando,
no se puede separar el ideal del sueño,
estos nos acompañarán
hasta que la muerte nos rapte.
Soñador y un poco loco
frente al destino, me aventuré
por el mundo, en el esplendor
de Europa cumplí mis sueños.
Caminé sus calles llenas de historia
bajo cielos diáfanos de nubes ligeras,
que vieron pasar los siglos,
glorias y pasiones de antaño.
Confieso que he realizado mis sueños,
aquellos que imaginé cuando niño.
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