sábado, 18 de agosto de 2018

UN VIEJO AMOR

Es una tarde de invierno
y estamos en la sala,
llueve, nos abrigamos
abrazados y con la estufa.

Su respiración agitada,
bella y soñadora,
con su cara sonrojada
que descansa en mi hombro.

Una caricia que reclama un beso,
nada más, ambos lo deseamos,
tomados de la mano en silencio,
ensimismados en nuestros sueños.

Me pide un beso, la beso
con pasión, con ese amor
inconfesado que llevo en el alma.
Tarde de mutuas confesiones.

Mi pasajera del tiempo.

Hoy tan solo es un recuerdo.
La última vez que la vi caminaba
por la playa, con la vista perdida,
como buscando una respuesta.



  

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