Paro nacional es una herramienta que tienen los pueblos para defender sus derechos laborales, para luchar por sus demandas de justicia social y solicitar cambios constitucionales y políticos para mejorar una democracia que no garantiza plenas libertades de equidad e igualdad.
Un Paro nacional debe ser masivo, a nivel nacional. Una marcha pacífica, donde estén representadas todas las fuerzas sociales: Artistas, científicos, estudiantes, profesores, trabajadores de servicios públicos, de la banca, comercio, retail y transportes.
Que el pueblo se exprese en orden, con pancartas y consignas. Sin dañar la propiedad privada ni pública, sin encapuchados, ni rayar paredes ni cortinas de negocios comerciales. Sin dejarse manipular por anarquistas, ni apedrear, insultar y provocar a Carabineros.
Un millón de personas marchando en orden por las avenidas de Santiago, y varios miles en las capitales regionales, sería un potente llamado de atención a las autoridades de gobierno. Que tendría que escuchar la voz del pueblo, tomar nota y buscar soluciones para mejorar la situación de trabajadores y de pensionados.
Dirigentes de la CUT, sindicatos y Juan Pueblo unidos, pueden lograr grandes cambios si hacen las cosas en orden y en paz.
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