domingo, 23 de diciembre de 2018

DINERO Y RELIGIÓN


En los últimos 300 años las religiones han ido perdiendo importancia. En las religiones teístas esto es correcto. Las religiones de ley natural, en la modernidad, ha sido una época de intenso fervor religioso, esfuerzos misioneros, y las más sangrientas guerras de religión de la historia.

En la edad moderna hemos visto nacer varias religiones de ley natural, como: el liberalismo, el comunismo, el capitalismo y el nacionalismo. A estos movimientos no les agrada que se les denomine religiones, se refieren a sí mismos como ideologías. Esto solo es un ejercicio semántico.


Las religiones se fundamentan en la creencia de un orden sobrehumano, increíblemente el comunismo, religión fanática y misionera, no era menos religión que el islamismo. De la misma manera que el budista pude adorar deidades  hindúes, igualmente un monoteísta podría creer en la existencia de Satanás.

Un nacionalista cree en la existencia de su nación, que puede desempeñar un rol especial en la historia. Un capitalista de libre mercado cree que una competencia abierta creará una sociedad próspera. El humanismo cree que los individuos han sido dotados, por el creador, de derechos inalienables.

El dinero y las religiones están unidos por el poder que les da precisamente el dinero. Porque cuando se conceden más privilegios a los ricos que a los pobres, esto significa que se valora más el dinero que la esencia universal de todos los humanos, que es la misma para ricos y pobres.

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