viernes, 7 de junio de 2019

DIÓGENES


Diógenes nace en Sinope, Turquía alrededor del 412 a.C y muere en Corinto el 323 a.C. Llamado también Diógenes el Cínico, fue un filósofo griego perteneciente a la escuela cínica. No dejó ningún escrito a la posteridad, la fuente más completa que se dispone acerca de su vida es la extensa sección que Diógenes Laercio le dedico en su Vida, opiniones y sentencias de los filósofos más ilustres.

Fue exiliado de su ciudad natal, trasladándose a Atenas, donde se convirtió en discípulo de Antístenes, el más antiguo discípulo de Sócrates. Vivió como un vagabundo en las calles de Atenas, convirtiendo la pobreza extrema en una virtud. Se dice que vivía en una tinaja, en lugar de una casa, y que de día caminaba por las calles con una lámpara encendida diciendo que "buscaba hombres". Decía que la costumbre era la falsa moneda de la moralidad.


Sus únicas pertenencias eran un manto, un zurrón, un báculo y un cuenco. Ocasionalmente vivió en Corinto donde continuó con la idea cínica de autosuficiencia, una vida natural e independiente a los lujos de la sociedad. Según él, la virtud es el soberano bien. Los honores y las riquezas son falsos bienes que hay que despreciar. El principio de su filosofía consiste en denunciar por todas partes lo convencional y oponer a ello su naturaleza. El sabio debe tender a liberarse de sus deseos, y reducir al mínimo sus necesidades.

Se decía que sus últimas palabras fueron las siguientes: "Cuando me muera, echadme a los perros, ya estoy acostumbrado.

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