miércoles, 26 de junio de 2019

EL QUARK Y EL JAGUAR

                                                         Murray Gell-Mann

Murray Gell-Mann nació en Manhattan, Nueva York el 15 de septiembre de 1929, muere en Santa Fe, Nuevo México el 24 de mayo de 2019. Fue un físico estadounidense que recibió el Premio Nobel de Física en 1969 por ser el descubridor del quark, la partícula del átomo que junto con los leptones forman todas las demás partículas que constituyen la materia visible. En su libro "El Quark y el Jaguar"expone como ha vivido y sigue viviendo la aventura intelectual entre lo simple y lo complejo.

En el prólogo del libro comenta: "He vivido durante décadas entre dos pasiones intelectuales, por una parte mi labor profesional, en la que trato de comprender las leyes universales que gobiernan los constituyentes últimos de toda la materia, y por otra parte mi vocación de estudiante aficionado de la evolución de la vida y la cultura humana. Siempre tuve la impresión de que, de alguna forma, ambas pasiones estaban íntimamente ligadas, pero durante mucho tiempo fui incapaz de descubrir cómo (a excepción de la belleza de la naturaleza)".

La aventura intelectual entre lo simple y lo complejo es formidable. Existe un enorme vacío entre la física fundamental de las partículas elementales como electrones, protones o neutrones y la complejidad que representan los seres vivos o las sociedades humanas. Las partículas elementales son rigurosamente intercambiables, no poseen individualidad, se comportan de la misma manera donde sea que se encuentren en el universo, sin embargo, Gell-Mann piensa que las leyes mecanocuánticas fundamentales de la física dan lugar a la individualidad. 

La evolución física del universo, regida por dichas leyes, ha producido objetos particulares, como nuestro propio planeta y después, a través de procesos como la evolución biológica, han dado lugar a  objetos particulares como los jaguares o los seres humanos, capaces de desarrollar el lenguaje y la civilización y de descubrir esas mismas leyes fundamentales.

En este libro, Murray Gell-Mann habla en un lenguaje ameno y sin ningún tipo de formulación matemática sobre lo más simple y complejo. Está dividido en cuatro partes: Lo simple y lo complejo, El universo cuántico, Selección y adaptación y Diversidad y sostenibilidad.

¿Qué hay de común entre un niño que aprende su lengua materna y una cepa de bacterias defendiéndose de un antibiótico? ¿En qué se parece el investigador científico que tantea nuevas teorías y el artista que duda ante su obra? 

¡Un precioso libro que hay que leer? 

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