LA VIDA Y OTRAS YERBAS

Lo bueno de estar enfermo, son las licencias médicas (llevo seis, desde el 1 de febrero al 30 de julio) porque me han permitido: investigar, leer y escribir artículos en mi Blog. Con los que -iluso yo- procuro enseñar e incentivar a la gente el amor por la ciencia, la cultura, el conocimiento y la lectura. Trato de hacer buen uso del tiempo, que a estas alturas, es poco lo que a uno le debe andar quedando.

Me entretengo, opino y doy a conocer, ya sea por twitter o facebook, mis puntos de vista sobre diferentes temas de la vida política, social y laboral, de economía y de cuanto se me pase por la cabeza. No soy erudito en nada, no tengo un magister en el extranjero ni grandes estudios superiores, solo hago uso del sentido común que a uno le otorga la experiencia de vida. En un tranquilo rincón guardo mis libros, mi PC y realizo el dictado de mis pensamientos.

Debido a mis males, que felizmente no me han dañado la memoria ni la mente, últimamente he escrito y emitido opiniones sobre la Eutanasia. Por cierto, es un tema que causa polémica. No todos están de acuerdo, ni tienen por qué estarlo. Se apela a la religión y pro-vida, también al derecho y libertad del enfermo en decidir cómo y cuándo morir dignamente. Un hermano, persona profundamente católica y creyente de Dios, cosa que respeto, me cuestiona y me habla del amor, la fe y la paciencia que tengo que tener para sobrellevar las enfermedades hasta que Dios disponga de mi vida. 

Así será, pero todos tenemos una mirada diferente sobre este y otros temas. Lo mismo pasa con la ciencia, cultura, economía, filosofía, y la política. Si todos pensáramos e hiciéramos los mismo, no sería precisamente el "Mundo Felíz" de Orwell, la vida se tornaría en una soberana lata. Tenemos distintas visiones de las cosas, de la historia y del mundo, y no podría ser de otro modo, porque ningún ser humano es igual a otro.

Corta es la existencia, por esta razón hay que aprovechar el tiempo que nos queda a concho. Si escasea el vil dinero para medicarse, qué la vamos hacer. No se puede andar por la vida mendigando, hay que aceptar y asumir la realidad. Debemos procurar hacer algo por nosotros mismos y, también, por los demás.