jueves, 27 de junio de 2019

VEJEZ, ENFERMEDAD Y EUTANASIA



Cuando llega el tiempo de la edad otoñal, y estamos enfermos, nuestra energía espiritual, física y mental se ve disminuida y deteriorada. Cansados cuando dependemos de la salud pública, inscritos en latas listas de espera por atención, por no contar con los recursos económicos para optar por una más expedita y mejor atención en el sector privado. Porque hay medidas preventivas de atención de salud, a las que no podemos acceder si no contamos con dinero contante y sonante.

En el día a día debemos canalizar nuestros esfuerzos en la búsqueda de soluciones, ya sea producto de la solidaridad de benefactores o de préstamos que nos complican la vida, para conseguir los medicamentos paliativos para nuestros males. Remedios que no proporciona el sistema público, y que, en el monopolio de las cadenas de farmacias, son bastante onerosos, y nunca los tienen en equivalentes o genéricos conforme lo estipulado por ley.

Además de los múltiples exámenes de Laboratorios, debemos hacer frente a exámenes especializados: Ecotomografías, endoscopias, epiometrías, radiografías, scanner PET, scanner TAC y Test de esfuerzo en Centros Médicos, cuyo costo, pese a tener garantía de pago con Fonasa, es bastante caro. Especialmente cuando somos pensionados (terminado ya nuestro fondo de capitalización en la AFP), y recibimos la garantía estatal que otorga el gobierno.

Si tenemos en suerte seguir trabajando, optamos a beneficio de licencias médicas. Pero estamos sometidos a la burocracia, cuestionamientos, horarios, solicitud de informes médicos y tramitación del COMPIN, que se toma un período de tiempo para evaluar si aplica el pago, y evacuar resolución para poder cobrar la licencia.


Cuando llegamos a viejos, si estamos enfermos crónicos, uno debería decidir bajo libre albedrío cómo y cuando morir. Por esta razón, debemos apelar a la autoridad, al Estado, el establecimiento de la Eutanasia. Para que cada persona, en conciencia y pleno uso de sus facultades mentales, exija el respeto de su última voluntad para morir dignamente.

"La muerte se respeta pero no se le teme, porque es nuestra, nos pertenece desde que nacemos" ¡Eutanasia Ahora!

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