miércoles, 10 de julio de 2019

HISTORIA DE LIBROS Y LECTURA


La lectura está basada en el lenguaje, es un proceso de comprensión de todo tipo de información: ciencia, cultura, ideas, historia y de diferentes temas. Comprender y retener lo que se lee, es lo más importante para guardar el conocimiento en nuestra memoria.

La lectura tiene mucha historia, el hombre tuvo que aprender a escribir para guardar sus vivencias. Primero hizo dibujos, de lo que veía en la naturaleza en las rocas o paredes de una cueva. Después utilizó jeroglíficos, diseñados hace 5000 años, en cambio los alfabetos fonéticos más antiguos tienen alrededor de 3500 años. En las primeras obras escritas, en ocasiones, solo permitían tener una parte del texto.

Entre el siglo II y el IV, la introducción del pergamino permitió la redacción de obras compuestas por varios folios largos, que podían guardarse juntos y leerse consecutivamente. El libro de la época actual sigue este mismo principio, pero la nueva presentación permite consultar su contenido en una manera menos lineal, es decir, acceder directamente a cierto pasaje del texto.

Alrededor del siglo X, las palabras se escribían una tras otra (scripto continua), sin espacios en blanco ni puntuación. Los textos eran complejos de leer, para entender y comprender. Otra curiosidad, textos que datan del siglo V a.C. atestiguan que en Grecia se practicaba la lectura en silencio, probablemente era una práctica excepcional durante siglos. La lectura en voz alta era casi sistemática. En sus Confeciones, el santo católico Agustín de Hipona menciona su estupefacción cuando vio al santo Ambrosio de Milán leer en silencio.

En la Edad Media y en el Renacimiento el lector no tenía la libertad de seleccionar el material de lectura. La censura eclesiástica, tuvo entre sus primeros antecedentes el establecimiento de la licencia previa de impresión en la diócesis de Metz en 1485. El papa Alejandro VI dispuso la censura de obras para las diócesis de Colonia, Maguncia, Tréveris y Magdeburgo en 1501 y luego fue generalizada en la iglesia católica por León X (1513-1521).

En España la licencia previa del Consejo Real a la edición de las obras fue extendida a todo el territorio por disposición de la corona. Aunque los arzobispos de Toledo, Sevilla, Burgos y Salamanca tenían atribuciones para determinar esas licencias, las ordenanzas de La Coruña de 1554 reservaron tales actividades al Consejo Real, es decir, al Estado.

En el año 1559, la Sagrada Congregación de la Inquisición de la Iglesia Católica (posteriormente llamada la Congregación para la Doctrina de la Fe) creo el Index Librorum Prohibitorum, cuyo propósito era prevenir al lector contra la lectura de las obras incluidas en al lista.

En la actualidad la lectura es el medio principal por el cual la gente recibe información, pero esto ha sido así solo por los últimos 175 años aproximadamente. Salvo contadas excepciones, antes de la Revolución Industrial la gente alfabetizada o letrada era un pequeño porcentaje de la población en cualquier país. La lectura se convirtió en una actividad de muchas personas en el siglo XVIII. Entre los obreros continuó leyéndose en voz alta hasta la Primera Guerra Mundial.

Durante el siglo XIX, la mayor parte de los países occidentales procuró la alfabetización de la gente, aunque las campañas tuvieron mayor efectividad en cuanto a población y tiempo entre los países de religión protestante, en donde se considera como uno de los derechos importantes del individuo el ser capaz de leer la Biblia.

"La lectura y el aprecio por los libros, es una virtud que, lamentablemente, no todos la han tomado como una inteligente y sabia vocación".

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