La educación es el proceso de facilitar el aprendizaje, la adquisición de conocimientos, valores y hábitos, Es la formación destinada a desarrollar la capacidad intelectual y moral de los individuos, transmitir el interés por la enseñanza, la investigación y el perfeccionamiento de la convivencia de la sociedad a la que pertenecen.
La educación no solo es la que se recibe en los centros de enseñanza, ni a través de la palabra, está presente en nuestras acciones, sentimientos y actitudes. Es lo que aprendemos desde la cuna, en el hogar, bajo la autoridad de los padres. También es lo que el individuo aprende en un proceso de aprendizaje autodidacta.
La educación puede ser formal o informal, la formal es por la cual pasamos todos: preescolar, básica y media, y luego la universidad o un instituto técnico. Pero en cualquiera de los dos casos tiene que haber gente dispuesta a aprender, es un derecho, de acuerdo a sus habilidades verá el camino que seguirá, ya sea técnico o profesional.
El problema de nuestra educación, mediocre o mala, es que necesita un nuevo y perfecto -dentro de lo posible- estatuto educacional. Profesores más calificados, bien remunerados, con salas de clase con capacidad de 30 educandos, con deseos de aprender. Como fue en el pasado en nuestro país, en lo personal mis cursos fluctuaban entre los 28 y 32 alumnos que queríamos educarnos.
La educación comenzó cuando los adultos entrenaban a los jóvenes en el conocimiento y habilidades consideradas necesarias en su sociedad. Cuando no existía el alfabeto, la enseñanza era a través de la palabra, por medio de la imitación. Pasaron conocimientos, valores y habilidades de una generación a otra. Así se fue desarrollando la educación la educación formal.
En todas las antiguas civilizaciones había interés por educar, en Egipto en la época del Imperio Medio, ya existían escuelas. Platón fundó la Academia de Atenas, que fue la primera institución de educación superior en Europa. Así pasó en China, Confucio fue el más influyente filósofo del país, cuya perspectiva educativa sigue influyendo en las sociedades chinas, incluso Corea, Japón y Viet Nam. En el Renacimiento se recuperó el saber de Grecia y Roma y nace el concepto educativo del humanismo a lo largo del siglo XVI, continuado durante el barroco por el disciplinarismo pedagógico.
Desde antaño la importancia de la educación ha sido primordial en toda sociedad. Un pueblo con conocimientos será compensado con un mejor crecimiento, se transformará en una nación de sana economía, y podrá realizar todos los cambios y obras para dejar atrás el subdesarrollo. Por tanto, estas discusiones y enfrentamientos, con paros y tomas, no son el mejor camino para mejorar la educación. La tarea que hay por delante es mejorar la educación, con un diálogo constructivo y serio, para que las cosas lleguen a buen puerto.
El problema de nuestra educación, mediocre o mala, es que necesita un nuevo y perfecto -dentro de lo posible- estatuto educacional. Profesores más calificados, bien remunerados, con salas de clase con capacidad de 30 educandos, con deseos de aprender. Como fue en el pasado en nuestro país, en lo personal mis cursos fluctuaban entre los 28 y 32 alumnos que queríamos educarnos.
La educación comenzó cuando los adultos entrenaban a los jóvenes en el conocimiento y habilidades consideradas necesarias en su sociedad. Cuando no existía el alfabeto, la enseñanza era a través de la palabra, por medio de la imitación. Pasaron conocimientos, valores y habilidades de una generación a otra. Así se fue desarrollando la educación la educación formal.
En todas las antiguas civilizaciones había interés por educar, en Egipto en la época del Imperio Medio, ya existían escuelas. Platón fundó la Academia de Atenas, que fue la primera institución de educación superior en Europa. Así pasó en China, Confucio fue el más influyente filósofo del país, cuya perspectiva educativa sigue influyendo en las sociedades chinas, incluso Corea, Japón y Viet Nam. En el Renacimiento se recuperó el saber de Grecia y Roma y nace el concepto educativo del humanismo a lo largo del siglo XVI, continuado durante el barroco por el disciplinarismo pedagógico.
Desde antaño la importancia de la educación ha sido primordial en toda sociedad. Un pueblo con conocimientos será compensado con un mejor crecimiento, se transformará en una nación de sana economía, y podrá realizar todos los cambios y obras para dejar atrás el subdesarrollo. Por tanto, estas discusiones y enfrentamientos, con paros y tomas, no son el mejor camino para mejorar la educación. La tarea que hay por delante es mejorar la educación, con un diálogo constructivo y serio, para que las cosas lleguen a buen puerto.
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