MANUEL MUJICA LAINEZ

Manuel Mujica Lainez nace en Buenos Aires el 11 de septiembre de 1911, muere en Córdoba 21 de abril de 1984. Fue un escritor, crítico de arte y periodista argentino. Reconocido por su ciclo de novelas históricas denominada la "Saga Porteña", conformada por Los Ídolos (1953), La Casa (1954), Los Viajeros (1955), e Invitados en el Paraíso (1957); además de su ciclo de novelas históricas-fantásticas constituidas por Bomarzo (1962), El Unicornio (1965) y El Laberinto (1974).

Entre los 13 y 16 años vivió en Europa, donde se familiarizó con los clásico franceses e ingleses. A su regreso se vinculó con Alfonsina Storni, Arturo Capdevila y otros del círculo de colaboradores de la revista Sur. Aunque por la edad corresponde a la generación de Ernesto Sabato y Julio Cortázar eximios representantes de la narrativa hispanoamericana, él nunca se adhirió a ninguna "capilla literaria", aunque sí fue vicepresidente de la Sociedad Argentina de Escritores cuando Jorge Luis Borges la presidía.

Sus gustos clásicos lo mantuvieron ajeno a vanguardias e innovaciones. Admiraba a Marcel Proust, Henry James y Virginia Woolf. En 1931 comenzó a colaborar en La Nación como crítico de arte y en 1936 reunió bajo el título de Glosas castellanas sus artículos periodísticos. Dos años después publicó la novela Don Galaz de Buenos Aires.

Bomarzo (1962), su título más célebre desarrolla un argumento ambientado en Italia, durante el esplendor de las cortes renacentistas. Considerada la obra cumbre del autor, fue incluida en la lista de las 100 mejores novelas en español del siglo XX del periódico español "El Mundo". La novela está dedicada al pintor Miguel Ocampo y al poeta Guillermo Whitelow, con quienes Mujica Lainez estuvo en Bomarzo por primera vez el 13 de julio de 1958.

                                       Jardín de los monstruos en Bomarzo

La novela recrea la vida de un noble italiano del siglo XVI, el duque Pier Francesco Orsini, "el contrahecho, cínico e intrigante". Su drama se desarrolla en el ambiente trágico y sensual del Palacio Orsini y el célebre Bosque de los monstruos de Bomarzo próximos a la ciudad de Viterbo. Los numerosos personajes evocados por las confesiones del duque, componen un minucioso fresco del Renacimiento italiano. Bonarzo no ofrece dificultades técnicas en lo que a su desarrollo narrativo se refiere, sin embargo, la historia del duque Orsini está rodeada de un gran número de acontecimientos.

La narración en primera persona está dotada de cualidades muy expresivas, ya que dotan a la narración de un acercamiento al lector muy provechoso en orden a que se identifique con el héroe de Bomarzo, Pier Francesco Orsini.