sábado, 27 de julio de 2019

ROBESPIERRE


Maximiliem Robespierre nace en Arrás, Francia el 6 de mayo de 1758, muere en Place de la Concorde, París el 28 de julio de 1794. Fue un abogado, escritor, orador y político francés, apodado "el incorruptible". Político de la Revolución francesa que instauró el régimen del Terror. Procedía de una pequeña nobleza del norte de Francia, frecuentó los círculos literarios y filosóficos de su ciudad en la década de 1780, sus escritos de esa época muestran la influencia de las ideas democráticas de Rousseau

Cuando  Luis XVI convocó a los Estados Generales para resolver la quiebra de las finanzas reales, en 1788, Robespierre fue elegido para representar al Tercer Estado de Artois. Y cuando la conversión del Tercer Estado en Asamblea Nacional puso en marcha La Revolución Francesa, en 1789, Robespierre se erigió en defensor de las ideas liberales y democráticas más avanzadas, en 1791 propuso la ley que prohibía la reelección de los diputados, con la intención de renovar radicalmente el personal político.

No obstante, no sostuvo convicciones republicanas hasta que la deslealtad del rey a la Constitución, con el intento de fuga de la familia real en 1791, defraudó su confianza en la fórmula monárquica; y se convierte en uno de los promotores de la ejecución de Luis XVI y de la implantación de la República. Hombre íntegro, virtuoso y austero, llevó su rigor moral y fidelidad a los principios hasta el fanatismo. Esa fama le convirtió en unos de los líderes más destacados del Club de los Jacobinos, que agrupaba al partido revolucionario radical. 

Allí sostuvo la idea de mantener la paz con las potencias extranjeras para consolidar la Revolución en Francia, pues veía en la guerra exterior que impulsaban los girondinos un claro peligro y debilitamiento del régimen. El apoyo de las masas revolucionarias de París, los sans-culottes, a tales ideas se expresó en una "revolución dentro de la Revolución", en 1792-1793, que llevó a Robespierre al poder, primero como miembro de la Comuna revolucionaria que ostentaba el poder local, luego como representante de la ciudad en la Convención Nacional que asumió todos los poderes, y en la que Robespierre apareció como portavoz del partido radical de la Montaña, junto a Danton  y Marat, una vez eliminados del poder los girondinos, como miembro del Comité de Salvación Pública en la que la Convención delegó el poder ejecutivo en 1793.

Tras arrebatarle el poder a Danton, Robespierre se convirtió en el "hombre fuerte" del Comité, secundado por Saint-Just. Instaurando una dictadura de hecho para salvar la Revolución de las amenazas que se cernían sobre ella: el ataque militar de las monárquias absolutistas europeas unidas contra Francia, de la insurrección contrarrevolucionaria, la quiebra de la Hacienda Pública y el empobrecimiento de las masas populares. Impone una sangrienta represión para impedir el fracaso de la Revolución, recortando libertades, simplificando los procesos en favor de una justicia revolucionaria tan expedita como arbitraria. Formando un sistema de delación por todo el país, de 20 mil comités de vigilancia. En 1794, eliminó físicamente a la extrema izquierda, los partidarios de Jacques Hébert, los revolucionarios moderados los indulgentes de Danton y Desmoulins, persigue sin piedad a contrarrevolucionarios, monárquicos, aristócratas, clérigos, federalistas, capitalistas, especuladores, rebeldes, traidores y desafectos, hasta 42 mil penas de muerte en un año.

Adoptó medidas sociales para ganarse el apoyo de las masas populares, como la congelación de precios y salarios. Quiso recuperar la religión como fundamento espiritual de la moral y del Estado, instaurando por decreto el culto al Ser Supremo. El éxito obtenido en la batalla de Fleurus, 1794, que detuvo el avance de los ejércitos austríacos y prusianos hacia París, coronó la obra de Robespierre poniendo a salvo el régimen, pero fue el inicio de su caída. Al desaparecer la situación de emergencia no tenía razón de ser los excesos de Terror.

Una coalición de diputados de diferentes tendencias obtuvo de la Convención el cese y arresto de Robespierre y sus colaboradores, en una sesión en la que se impidió hablar a los acusados y en la que Robespierre resultó herido. De nada sirvió el intento de inserrucción popular de los Sans-Culottes para salvarlo. Juzgado por sus propios métodos, fue guillotinado junto a 20 de sus partidarios en la Plaza de la Revolución, poniendo fin al Terror y dando paso a un período de reacción hacia posiciones moderadas.

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