En su boca hay un susurro,
donde una vez hubo fuego
y besos ardientes de pasión,
embrujo y murmullo de amor.
Besos brujos traicioneros
que seducían de placer,
caricias apasionadas, fuego
y elixir en sus rojos labios.
Bodas de sangre, secretos
de dos en alcoba prohibida,
enamorándose con la mirada
puesta en sueños y promesas.
Las mismas que murieron
entre aquellos besos brujos,
que quedaron encadenados
en cuatro paredes de amor.
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