Palacio de la Aljaferia es un palacio fortificado construido en Zaragoza en la segunda mitad del siglo XI, por iniciativa de al-Muqtadir como residencia de los reyes hudies de Saraqusta. Este palacio de recreo refleja el esplendor alcanzado por el reino taifa en el período de su máximo apogeo político y cultural. Su importancia radica en que es el único testimonio conservado de un gran edificio de la arquitectura islámica de la época de las taifas.
Es un magnífico ejemplo del Califato de Córdova, su mezquita siglo X, y otro del canto del cisne de la cultura islámica en al-Andalus, del siglo XIV, La Alhambra de Granada, se debe incluir en la tríada de la arquitectura hispano-musulmana el palacio de la Aljaferia de Zaragoza, siglo XI, como muestra de las realizaciones del arte taifa, época intermedia de reinos independientes anterior a la llegada de los almorávides. Los restos mudéjares del Palacio de la Aljaferia fueron declarados Patrimonio de la Humanidad en 1986 por la Unesco, como parte del conjunto "Arquitectura mudéjar de Aragón".
Las soluciones adoptadas en la ornamentación del Palacio, como la utilización de arcos mixtilíneos y de los salmeres en "S", la extensión del ataurique calado en grandes superficies o la esquematización y abstracción progresiva de las yeserías de carácter vegetal, influyeron decisivamente en el arte almorávide y almohade tanto del Magreb como de la península ibérica. Asimismo, la transición de la decoración hacia motivos más geométricos está en la base del arte nazari.
Tras la reconquista de Zaragoza en 1118 por Alfonso I el Batallador pasó a ser residencia de los reyes cristianos de Aragón, con lo que la Aljaferia se convirtió en el principal foco difusor del mudéjar aragonés. Fue utilizada como residencia regia por Pedro IV el Ceremonioso. Posteriormente se hizo una reforma y convirtió estas estancias en residencia de los Reyes Católicos en 1492. En 1593 se convirtió en fortaleza militar, y más tarde como acuartelamiento de regimientos militares. Sufrió grandes desperfectos y reformas con los Sitios de Zaragoza de la Guerra de la Independencia, hasta que finalmente fue restaurada en la segunda mitad del siglo XX y actualmente acoge las Cortes de Aragón.
Las soluciones adoptadas en la ornamentación del Palacio, como la utilización de arcos mixtilíneos y de los salmeres en "S", la extensión del ataurique calado en grandes superficies o la esquematización y abstracción progresiva de las yeserías de carácter vegetal, influyeron decisivamente en el arte almorávide y almohade tanto del Magreb como de la península ibérica. Asimismo, la transición de la decoración hacia motivos más geométricos está en la base del arte nazari.
Tras la reconquista de Zaragoza en 1118 por Alfonso I el Batallador pasó a ser residencia de los reyes cristianos de Aragón, con lo que la Aljaferia se convirtió en el principal foco difusor del mudéjar aragonés. Fue utilizada como residencia regia por Pedro IV el Ceremonioso. Posteriormente se hizo una reforma y convirtió estas estancias en residencia de los Reyes Católicos en 1492. En 1593 se convirtió en fortaleza militar, y más tarde como acuartelamiento de regimientos militares. Sufrió grandes desperfectos y reformas con los Sitios de Zaragoza de la Guerra de la Independencia, hasta que finalmente fue restaurada en la segunda mitad del siglo XX y actualmente acoge las Cortes de Aragón.
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