El estoicismo es una escuela filosófica fundada por Zenón de Citio, en el año 301 a.C. Su doctrina filosófica estaba basada en el dominio y control de los hechos, cosas y pasiones que perturban la vida, valiéndose de la valentía y la razón del carácter personal. Su objetivo era alcanzar la felicidad y la sabiduría prescindiendo de los bienes materiales.
Durante el período helenístico adquirió mayor importancia y difusión, ganando gran popularidad por todo el mundo grecorromano. especialmente entre la élites romanas. Su período de preeminencia va del siglo III a.C. hasta finales del siglo II d.C. Tras esto, dio signos de agotamiento que coincidieron con la descomposición social del alto imperio romano y el auge del cristianismo.
Para Epicteto la filosofía no promete asegurar nada externo al hombre, en otro caso suponía admitir algo que se encuentra más allá de su verdadero objeto de estudio y materia. Pues del mismo modo en que el material del carpintero es la madera, y el del escultor el bronce, el objeto del arte de vivir es la propia vida de cada cual.
Marco Aurelio está considerado como una de las figuras más representativas de la filosofía estoica. El estoicismo influirá en numerosas corrientes filosóficas posteriores, desde los primeros padres de la iglesia hasta Descartes y Kant. Estos padres de la iglesia admiraron la ética del estoicismo, que consideraban especialmente cercana a la suya propia; su calma, su serenidad, así como su posición frente a las adversidades, como el cristiano Tertuliano que trataba a los estoicos como Séneca en los términos de "saepe noster" (a menudo, "uno de los nuestros"). La leyenda dice que Séneca habría sido bautizado antes de morir por San Pablo, con quien habría mantenido correspondencia; y que Marco Aurelio habría igualmente mantenido correspondencia con el papa.
Séneca destacó como intelectual y como político. Consumado orador, figura predominante de la política romana durante los reinados de Claudio y Nerón, siendo uno de los senadores más admirados, influyentes y respetados. Como escritor, Séneca pasó a la historia como uno de los máximos exponentes del estoicismo. Su obra constituye la principal fuente escrita de filosofía estoica que se ha conservado hasta la actualidad. Abarca tanto obras de teatro como diálogos filosóficos, tratados de filosofía natural, consolaciones y cartas.
El sabio ideal es el que vive conforme a la razón, está libre de pasiones y se considera ciudadano del mundo. El bien y la virtud consisten, por tanto, en vivir conforme la razón, evitando las pasiones que no son sino desviaciones de nuestra propia naturaleza racional. La pasión es lo contrario a la razón, es algo que sucede y no se puede controlar, por lo tanto debe evitarse. Las reacciones como el dolor, el placer o el temor, pueden y deben dominarse a través del autocontrol ejercitado por la razón, la impasibilidad y la imperturbabilidad.
Durante el período helenístico adquirió mayor importancia y difusión, ganando gran popularidad por todo el mundo grecorromano. especialmente entre la élites romanas. Su período de preeminencia va del siglo III a.C. hasta finales del siglo II d.C. Tras esto, dio signos de agotamiento que coincidieron con la descomposición social del alto imperio romano y el auge del cristianismo.
Para Epicteto la filosofía no promete asegurar nada externo al hombre, en otro caso suponía admitir algo que se encuentra más allá de su verdadero objeto de estudio y materia. Pues del mismo modo en que el material del carpintero es la madera, y el del escultor el bronce, el objeto del arte de vivir es la propia vida de cada cual.
Marco Aurelio está considerado como una de las figuras más representativas de la filosofía estoica. El estoicismo influirá en numerosas corrientes filosóficas posteriores, desde los primeros padres de la iglesia hasta Descartes y Kant. Estos padres de la iglesia admiraron la ética del estoicismo, que consideraban especialmente cercana a la suya propia; su calma, su serenidad, así como su posición frente a las adversidades, como el cristiano Tertuliano que trataba a los estoicos como Séneca en los términos de "saepe noster" (a menudo, "uno de los nuestros"). La leyenda dice que Séneca habría sido bautizado antes de morir por San Pablo, con quien habría mantenido correspondencia; y que Marco Aurelio habría igualmente mantenido correspondencia con el papa.
Séneca destacó como intelectual y como político. Consumado orador, figura predominante de la política romana durante los reinados de Claudio y Nerón, siendo uno de los senadores más admirados, influyentes y respetados. Como escritor, Séneca pasó a la historia como uno de los máximos exponentes del estoicismo. Su obra constituye la principal fuente escrita de filosofía estoica que se ha conservado hasta la actualidad. Abarca tanto obras de teatro como diálogos filosóficos, tratados de filosofía natural, consolaciones y cartas.
El sabio ideal es el que vive conforme a la razón, está libre de pasiones y se considera ciudadano del mundo. El bien y la virtud consisten, por tanto, en vivir conforme la razón, evitando las pasiones que no son sino desviaciones de nuestra propia naturaleza racional. La pasión es lo contrario a la razón, es algo que sucede y no se puede controlar, por lo tanto debe evitarse. Las reacciones como el dolor, el placer o el temor, pueden y deben dominarse a través del autocontrol ejercitado por la razón, la impasibilidad y la imperturbabilidad.
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