Juan Rivano Sandoval nace en Santiago el 24 de junio de 1926, muere en Santiago el 16 de abril de 2015. Fue un filósofo chileno, hijo de Milcíades Rivano y de Luisa Sandoval, su madre muere en 1933 cuando él tenía siete años. En 1942 deja Cauquenes, donde vivió su infancia y se instala definitivamente en Santiago. En 1955, se titula de profesor de filosofía, en la Universidad de Chile.
Ejerció como profesor en la Universidad de Concepción y en la Universidad de Chile, en las cátedras de introducción a la Filosofía, Lógica y Teoría del Conocimiento, desde 1955 hasta 1975. En 1960 se desempeña como Director del Departamento de Filosofía de la Universidad de Concepción, y además del Departamento de Filosofía en el Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile, en 1969.
Durante los años que enseñó, hizo de la orientación de la filosofía hacia la crítica social su principal tarea. Fue una de las figuras destacadas en el período de la Reforma Universitaria. Entre las décadas 1950-1960, introdujo la dialéctica hegeliana y la dialéctica materialista, enseñando a Karl Marx, A fines de los 60 se apartó de la doctrina marxista, criticando muchas de sus tesis capitales como obsoletas o impracticables. Sin embargo, mantuvo siempre en sus análisis el enfoque materialista de la realidad.
El golpe militar supuso para Rivano persecusión, destitución, encarcelamiento y exilio. Fue detenido por la DINA en agosto de 1975, después de un año en distintas prisiones militares, fue liberado en 1976 y se exilia en Suecia. Solamente, en 1988, a raíz de un acuerdo entre la oposición y el gobierno, pudo regresar a Chile. Y aunque visitó regularmente Chile, se radicó definitivamente en Lund, Suecia.
En su libro Contra Sofistas, fue un instrumento para desenmascarar, neutralizar y acabar con el sofista, desmontar y anular los artilugios retóricos con los que el demagogo, el charlatán, el político y toda la caterva de embaucadores del discurso realizan su engaño y amasan su poder y su fortuna. Es también una caracterización aguda de esos sujetos y una guía positiva para su detectación y exterminio.
El término sofista es el nombre dado en la Gracia Clásica al que hacía profesión de enseñar la sabiduría. Sofhós y Sophía en sus orígenes denotaba una especial capacidad para realizar determinadas tareas como se refleja en La Ilíada. Más tarde se atribuiría a quien dispusiera de "inteligencia práctica" y era un experto y sabio en sentido genérico. Sería Eurípides quien le añadiría un significado más preciso como "el arte práctico del buen gobierno" y que fue enseñado para señalar las cualidades de los Siete Sabios de Grecia. Sin embargo, con el tiempo hubo diferencias en cuanto al significado de Sofhós, por una parte, Esquilo denomina así a los que dan utilidad a lo sabido, mientras que para otros es al contrario, siéndolo quien conoce por naturaleza.
A partir de ese momento se creará una corriente, que ya se aprecia en Píndaro, que da un cariz despectivo al término Sofhós asimilándolo a "charlatán". Ya en la Odisea, Ulises es calificado de sofhón como "ingenioso". El término sufrió una evolución similar al terminar por entenderse como "embaucar". Lo que respalda lo aseverado por Juan Rivano, en su libro, Contra Sofistas.
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