La francmasonería o masonería es una institución de carácter iniciático, filantrópico, simbólico, filosófico, discreto, armónico, selectivo, jerárquico, internacional, humanista y con una estructura federal, fundada en un sentimiento de fraternidad. Afirma tener como objetivo la búsqueda de la verdad, el estudio filosófico de la conducta humana, de las ciencias y de las artes, y el fomento del desarrollo social y moral del ser humano, orientándolo hacia su evolución personal, además del progreso social, y ejemplifica sus enseñanzas con símbolos y alegorías tradicionales tomadas de la albañilería y la cantería, más específicamente del "Arte Real de la Construcción", es decir de los constructores de catedrales medievales.
Aparecida en Europa entre finales del siglo XVII y principios del siglo XVIII, la masonería moderna o "especulativa" ha sido descrita a menudo como "un sistema peculiar de moral, bajo el velo de alegorías y enseñando por símbolos". Se presenta a sí misma como una herramienta de formación, con un método particular que, basado en el simbolismo de la construcción, permite a sus miembros desarrollar su capacidad de escucha, de reflexión y de diálogo, para transmitir estos valores a su entorno.
Logia masónica en Bruselas
El compás es el emblema de las ciencias exactas, la noción de regla, de rectitud. Los grados de abertura del compás simbolizan, en la tradición masónica, las posibilidades y los grados del conocimiento, 45° se refiere al,octavo, 60° al sexto y 90° al cuarto. La masonería al limitar la abertura del compás a los 90° máximo, indica con ello los límites que el individuo no sabría sobrepasar. El ángulo de 90° reproduce la escuadra. Ya que la escuadra es el símbolo de la materia; el compás es el símbolo del espíritu y de su poder sobre la materia. El compás abierto a 45° indica que la materia no está completamente dominada, mientras que la abertura de 90° realiza integralmente el equilibrio entre las dos fuerza; el compás se convierte en escuadra justa.
Una de las leyendas más importantes de la francmasonería atribuye a Hiram Abif, mítico arquitecto del Templo se Salomón en Jerusalén, el origen mítico de la orden masónica. Algunos textos dicen que el origen de la masonería sería en épocas de mayor antigüedad, y llegan a considerar como fundadores a figuras bíblicas como Tubalcaín, Moisés y Noé. De la antigüedad de la sociedad hablaría el que las citas del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento sobre: "Los arquitectos", pudiesen referirse a algunas personas de este grupo iniciático. En el ámbito de lo mítico, otros autores han atribuido este origen a los constructores de las pirámides en el antiguo Egipto, a los Collegia Fabrorum romanos, a la Orden del Temple, la de los Rosacruces o a los humanistas del Renacimiento.
El Gran Arquitecto del Universo
El Gran Arquitecto del Universo, es un símbolo tradicional en la masonería, representa al Ser Supremo, un principio masónico cuya creencia e invocación en la práctica del rito son imprescindibles. La masonería no sería compatible con una postura de nihilismo radical que negara cualquier sentido trascendente o inmanente al mundo, que interpretara el Universo como un puro caos sin orden posible, o que negara que, a pesar del desorden aparente, hay un Cosmos.
El compás es el emblema de las ciencias exactas, la noción de regla, de rectitud. Los grados de abertura del compás simbolizan, en la tradición masónica, las posibilidades y los grados del conocimiento, 45° se refiere al,octavo, 60° al sexto y 90° al cuarto. La masonería al limitar la abertura del compás a los 90° máximo, indica con ello los límites que el individuo no sabría sobrepasar. El ángulo de 90° reproduce la escuadra. Ya que la escuadra es el símbolo de la materia; el compás es el símbolo del espíritu y de su poder sobre la materia. El compás abierto a 45° indica que la materia no está completamente dominada, mientras que la abertura de 90° realiza integralmente el equilibrio entre las dos fuerza; el compás se convierte en escuadra justa.
Una de las leyendas más importantes de la francmasonería atribuye a Hiram Abif, mítico arquitecto del Templo se Salomón en Jerusalén, el origen mítico de la orden masónica. Algunos textos dicen que el origen de la masonería sería en épocas de mayor antigüedad, y llegan a considerar como fundadores a figuras bíblicas como Tubalcaín, Moisés y Noé. De la antigüedad de la sociedad hablaría el que las citas del Antiguo Testamento y del Nuevo Testamento sobre: "Los arquitectos", pudiesen referirse a algunas personas de este grupo iniciático. En el ámbito de lo mítico, otros autores han atribuido este origen a los constructores de las pirámides en el antiguo Egipto, a los Collegia Fabrorum romanos, a la Orden del Temple, la de los Rosacruces o a los humanistas del Renacimiento.
El Gran Arquitecto del Universo
El Gran Arquitecto del Universo, es un símbolo tradicional en la masonería, representa al Ser Supremo, un principio masónico cuya creencia e invocación en la práctica del rito son imprescindibles. La masonería no sería compatible con una postura de nihilismo radical que negara cualquier sentido trascendente o inmanente al mundo, que interpretara el Universo como un puro caos sin orden posible, o que negara que, a pesar del desorden aparente, hay un Cosmos.
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