jueves, 10 de octubre de 2019

PINTURA ROMÁNTICA

                              Bonaparte visitando a los apestados de Jaffa


La pintura romántica sucede a la pintura neoclásica de finales del siglo XVIII, con unos nuevos gustos desarrollados por todas las facetas artísticas del Romanticismo como la literatura, la filosofía y la arquitectura. Está hermanada con los movimientos sociales y políticos, que ganaron cuerpo con la Revolución francesa

El término romántico, surgido en Francia en el siglo XVII para referirse a la novela, fue adaptado a principios del siglo XIX a las artes plásticas, en contraposición al neoclasicismo imperante. El romanticismo en la pintura se extiende desde 1770 hasta 1870, prácticamente cien años, distinguiéndose tres períodos: 1.- 1770-1820 o prerromanticismo; 2.- El apogeo del romanticismo pictórico se da, entre 1820 y 1850; 3.- 1850-1870 o tradición post-romántica. Cada uno de estos períodos posee sus particularidades en cuanto lugares en que se desarrollo o artistas que lo adoptaron.

                                                     La Libertad, Delacroix

El primer período del romanticismo, 1770-1820, se desarrolla en paralelo con el neoclacisismo, 1760-1800, o más bien en oposición a esta corriente. En efecto, allí donde el neoclasicismo propone una belleza ideal, el racionalismo, la virtud, la línea, el culto a la Antiguedad clásica y al Mediterráneo, el romanticismo se opone y promueve el corazón, la pasión, lo irracional, lo imaginario, el desorden, la exaltación, el color, la pincelada y el culto a la Edad Media y a las mitologías de la Europa del Norte.

El romanticismo no puede solo definirse en términos de oposición, pues desarrolló sus propias características: el sentimentalismo, el misticismo, la expresión de los sueños. Charles Baudelaire, escritor y crítico de arte, con motivo del Salón de Pintura de 1846, declaró: "El romanticismo no se halla ni en la elección de los temas ni en su verdad exacta, sino en el modo de sentir. Para mí, el romanticismo es la expresión más reciente y actual de la belleza. Y quien dice romanticismo dice arte moderno, es decir, intimidad, espiritualidad, color y tendencia al infinito, expresados por todos los medios de los que disponen las artes".

Según él, la modernidad constituye un leitmotiv. Esta forma de pensar se encuentra en Stendhal, que considera que el neoclasicismo está superado y que lo moderno era el romanticismo. Delacroix dijo que el romanticismo era "la libre manifestación de sus impresiones personales". El romanticismo defiende la superioridad del sentimiento sobre la razón, y por ello exalta la sensibilidad, la imaginación y las pasiones. Más que como un estilo,pictórico, ha de concebirse como un movimiento social y espiritual.  

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