ETERNOS OLVIDADOS

Los pensionados de Chile, viven de las migajas que caen de la mesa del sistema. Son los eternos olvidados de un Estado indolente, que con gran parafernalia, tomando consome en el Congreso, celebran alborozados un aumento del 50 % a los ancianos mayores de 80 años que perciben la mísera suma de $ 110.000, para quedar en $ 165.000, el resto, menor de 80 años, deberá esperar hasta el 2021 para recibir la misma cantidad de dinero.

En la edad adulta, después de haber trabajado más de 45 años, los ancianos apenas sobreviven, y si están enfermos están condenados a sufrir humillaciones para conseguir número para una atención médica en un Consultorio, si es derivado a un Hospital porque requiere una cirugía, exámenes y un tratamiento pasan a engrosar listas de espera, deben armarse de paciencia para que lo llamen, muchos han muerto sin ser atendidos.

Es el pago de Chile para quienes dieron su vida trabajando para el crecimiento y desarrollo del país, no tienen acceso a medicamentos que no les provee el sistema público, están imposibilitados de adquirirlos en las cadenas de farmacias, que están coludidas, porque cobran precios de usura, y ningún gobierno ha supervisado ni regularizado esta estafa en despoblado. Los viejos no le importan a las autoridades, que solo da soluciones de parche y los condena a una miserable pobreza.

Soy pensionado, estoy enfermo y debo seguir trabajando, a los 76 años, para poder subsistir. Si el gobierno aplicara un impuesto del 1 % a los más ricos del país, que son dueños de más de 500 mil millones de dólares, podría recaudar unos 5.000 millones de dólares, con lo que podría solucionar rápidamente el problema de bajas pensiones, las que podrían quedar en unos $ 300.00. El país no tendría que endeudarse ni recurrir al Bono soberano. 

"Si el Gobierno y el Ministerio de hacienda se ponen las pilas, y no se dejan manejar por la fronda dorada del Gran Poder económico, podría dar una buena solución a los ancianos del país"